Para la elaboración de estos bolsos se utilizan una de las técnicas más antiguas de Mesoamérica mediante la cual se coge una fibra natural llamada nuti y se va girando con los dedos sobre el muslo para ir uniendo las fibras y convertirlo en hilo. Posteriormente al hilado se teje a mano y se tiñe con tintes naturales como el hollín que se obtiene de los fuegos que se utilizan para cocinar en las casas.
Son unos artesanos de México las que hacen este laborioso trabajo para hacer redes de pescar. Esta técnica que hace que cada bolsa sea única en cuanto a tamaño, forma y color añadiendo un valor especial ya que no hay dos iguales.